sábado, 22 de abril de 2017

LA NARRACIÓN ORAL ESCÉNICA Y LAS MUJERES VICTIMAS DE VIOLENCIA

Por Suzuky Margarita Gómez Castillo. 

Contar es un acto de comunicación efectiva que va acompañado de  verdadero compromiso. No siempre se narra escénicamente, pero se hace ineludible narrar, confrontarse con las palabras y los gestos con el propósito de conformar una puesta en común y este fue el resultado de un encuentro con las mujeres universitarias, donde las historias, los diálogos, las narraciones y los testimonios se constituyeron en un  instrumento que  viabilizó el proceso de pedagógico e incentivo la empatía durante la sistematización de la experiencia.

En este sentido Zerpa (2012)  indica:

La narración oral escénica…le ha dado vida y alma  espacios de acción comunitaria, donde se abordan situaciones vinculadas con serias problemáticas sociales  como el incremento de la violencia, la deserción escolar…entre otros fenómenos socioeconómicos y socioculturales…(p. 46).

Esta experiencia proporcionó sentido a la necesidad de transformar la realidad  y desarrollar valores sociales y culturales. Las narradoras motivaron con su voz, su expresión corporal y con el respeto a los sentimientos que se despertaron. Al momento de narrar  surgieron compromisos de confiabilidad y  de respeto ante las vivencias y características propias de los otros seres humanos. Estas mujeres compartieron sus experiencias, conmovieron a los y las  asistentes, les hicieron reír, les entristecieron y les hicieron sentir impotentes, sin embargo,  al romper el círculo de miedo, estas participantes se empoderan a través de las palabras. En este mismo orden de ideas, Zerpa (op. cit.) dice:

La narración oral forma parte  de los seres humanos, aunque los seres humanos no estemos consciente de ello. Todos y todas, alguna vez hemos contado algo que nos ocurrió, algo que nos sorprendió y afectó nuestra vida. Algunas veces contamos las experiencias que vivimos, pero también narramos lo que hacen otras personas, lo que hacen personajes de la vida cotidiana y que llaman nuestra atención. Incluso  a veces imitamos a esos personajes, nos apropiamos de sus gestos, de sus dichos, de sus palabras, de sus movimientos. La narración oral es ante todo una experiencia comunicativa, esencial al ser humano (p. 38). 

Estas sesiones permitieron estar cerca a hombres y mujeres unidos  a través de la narración, una experiencia basada en la reconstrucción de la memoria colectiva que persiguió como meta promover los derechos humanos de las mujeres, la convivencia, la equidad, la igualdad, la justicia y la paz. 

Referencias:
Zerpa, I. (2012). El jardín del unicornio. Caracas: Fondo Editorial de Humanidades, Universidad Central de Venezuela.

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