domingo, 15 de enero de 2017

LA EDUCACIÓN AMBIENTAL PARA LA SUSTENTABILIDAD COMO VÍA PARA ERRADICAR LA VIOLENCIA

Por Suzuky Margarita Gómez.

La educación ambiental para la sustentabilidad (EAS), tienen sus cimientos en un proyecto comprometido con la mejora de la calidad de vida de todos los seres humanos.


Su intención primordial es alcanzar que tanto los individuos como las colectividades entiendan la complicada naturaleza del ambiente (cuyo resultado es la combinación interactiva  de sus factores: físicos, biológicos, sociales, culturales, económicos entre otros) y obtengan la sabiduría, la información, los valores y las prácticas necesarias para participar de manera comprometida y eficaz en la prevención y solución de las diversas problemáticas ambientales  y en la gestión de la calidad del ambiente. Según Franco, Eastmond,  y Vigía de Alba (2010), la EAS es una:

[…] disciplina integradora, holística, interdisciplinaria, articuladora del conocimiento, la información y los saberes, nos permite la oportunidad de entender esta crisis que, a decir de los expertos, ni los individuos ni las instituciones estamos preparados para enfrentar […] (p. 444).
    
La Educación Ambiental para la Sustentabilidad, es un  instrumento para reivindicar la educación y evolucionarla  en una práctica social crítica que se sustente en enseñar para la época y transformar primero al individuo y luego al mundo. La EAS resulta  importante como vía para comprender las interrelaciones entre los sistemas naturales y sociales, así como para obtener un conocimiento más claro de la relevancia de los factores socioculturales en el origen de la problemática socioambiental.
En este tenor, debe promoverse la adquisición de la conciencia, los valores y las conductas que propicien la participación positiva de la población en los procesos de toma de decisiones. La EAS, entendida bajo esta visión  se convierte en un factor estratégico que incide en los modelos de desarrollo implantados en la sociedad para redirigirlo  hacia la  sustentabilidad y la equidad. En este sentido, ver el gráfico 1.


Gráfico 1. Educación ambiental para la sustentabilidad.

Esto lleva a considerar que la Educación Ambiental para la Sustentabilidad,  más que cifrarse en aspecto concreto de la dinámica educativa, se ha convertido en una plataforma ideal para proponer un nuevo estilo de vida. Desde una práctica pedagógica abierta para la vida social que conlleve a la praxis recurrente donde se aborde consensuadamente problemas como el desequilibrio  existente entre las normas de convivencia social que se han asumido en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador- Instituto Pedagógico de Miranda José Manuel Siso Martínez y el avance de la reiterada violencia contra las mujeres, que persiste en nuestro contexto institucional. Es imprescindible, valerse de las herramientas de investigación acción que  nos brinda Educación Ambiental para la Sustentabilidad para motivar a los miembros de la comunidad a participar, con el firme propósito de mejorar las relaciones entre seres humanos y el ambiente.
En concordancia a lo ya expuesto, se sostiene que la definición de no violencia, lleva tácito la definición de paz, consenso, equilibrio y armonía se dice que la humanidad vive una crisis de valores en donde lo primordial es el eje económico, en la cual la divergencia es uno de los aspectos que  más se exteriorizan; la desigual distribución de los recursos desmejora la realidad de los sectores más pobres. La educación para la convivencia social y la no violencia puede comenzar enfatizando la importancia de batallar, es decir, precisa Córdoba (1996):

…por la igualdad, la justicia social, la democracia y el género en el contexto del desarrollo sustentable. Es necesario superar la condición en la cual vive la mujer, cumpliendo en muchas ocasiones con una triple jornada; a la mujer debe de valorarsele  su verdadero aporte a la economía y a la sociedad... (p. 123).

Esto es un como subir un escalón para sobresalir a la violencia social, familiar, política y económica; es necesario dejar de lado los intereses individualistas  y asumir un programa comunitario  y consensuado que erradique las diferentes formas de violencia presente en nuestra sociedad.

Referencias:

Córdoba, C. (1996). Educación para la no violencia: hacia un desarrollo sostenible, sustentable, sostenido con perspectiva de género. En: Ciencias Sociales, n°71, p.123-133.
Franco, V., Eastmond, A. y Vigía de Alba., M. (2010). Educación y cultura ambiental. Educación ambiental para la sustentabilidad. En: Biodiversidad y Desarrollo Humano en Yucatán, 444-448 pp.

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