Por: Suzuky Margarita Gómez Castillo.
El marco problemático que se personifica a través de
la violencia contra la mujer, en la sociedad se han generado un sin número de
inquietudes dentro de los equipos de investigación en ciencias humanas, y en estas
inquietudes puede advertirse en las producción intelectuales que sobre este
tema tópico se realizan. Observemos una muestra de los productos más recientes
que han sido socializadas por la comunidad de investigadores e investigadoras:
En este sentido citamos a Zurita
(2014), el cual en su tesis doctoral
(presentada en la Universidad Autónoma de Madrid) emplea la metodología
cualitativa como una herramienta de descripción precisa y profunda del marco
histórico evolutivo de los contextos internacional, nacional y autonómico,
sobre las políticas en igualdad y las diversas maneras de batallar la violencia contra la mujer y, a su vez esta
metodología se ha combinado con la cuantitativa, ejecutando una análisis de los
sistemas predictivos para el seguimiento y defensa a la mujer víctima de
violencia de género, concentrándose el autor ya mencionado en un “Sistema de
seguimiento integral en los casos de violencia de género (Sistemas V de G o
VIOGËN)” muy utilizado en España.
Entre las contribuciones que se tomó de
este estudio se destaca una reflexión del investigador, el cual señala
que España posee uno de los marcos legales vigentes considerado
internacionalmente como referente en la lucha por la erradicación de la
violencia contra las mujeres y la
eliminación de las desigualdades por causa de su sexo, no obstante, la realidad social manifiesta que pese a la
existencia esta normativa la cual establece una igualdad legal entre mujeres y
hombres, no obstante, en la práctica cotidiana no es real y efectiva. En
consecuencia Zurita añade:
El número de víctimas por violencia de género no
disminuye…apostamos demasiado por la intervención directa, adoptando medidas de
protección y de seguridad para la víctima y sus familiares, pero,
probablemente, no estamos dedicando esfuerzos suficientes a la educación en igualdad y al intento de
eliminar estereotipos sociales machistas que, a la postre resulta ser una caldo
de cultivo para generar violencia hacia las mujeres (p.737).
Se observa claramente según este autor la necesidad de realizar un
esfuerzo más profundo en relación a implantar una educación con perspectiva de
género, donde una de las premisas debe ser la erradicación de los patrones
heteronormativos y patriarcales, como
única alternativa ó modelos que con el transcurrir del tiempo contribuyen a
generar nuevos episodios de Violencia Contra las Mujeres.
Sobre la base de las consideraciones
anteriores examinamos el trabajo de Trías, Martín, Taranilla, Trías y
otros (2013) adscritos al Instituto de
Medicina Legal de Cataluña, realizan un estudio descriptivo de la violencia de
género cuyo objetivo de estuvo centrado
en aumentar el conocimiento que se
tienen en relación a las características de la violencia de género en el
Hospital de Llobregat (España), para identificar los grupos de riesgo y
proponer alternativas que protejan esta población vulnerable, perfeccionando
recursos, servicios, planes y programas vinculados a la prevención sobre el uso
drogas, alcohol y de un adecuado manejo del tiempo libre.
Entre otros aportes se encontró que
las mayores situaciones de violencia se presentan entre los inmigrantes
concurrentes al centro asistencial y como constante sucede que estos episodios
ocurren con más frecuencia durante los primeros años de unión marital, dato que
debe considerarse en la elaboración de los programas formación en educación no
sexista, ya que en las mismas se debe
localizar de forma inmediata las
actitudes machistas al comienzo de la relación. Así, de la misma manera,
el estudio demuestra que si bien es cierto que las víctimas acuden al servicio
de salud, también lo es que un porcentaje muy pequeño denuncia a su agresor. En
consecuencia, este es un punto álgido de resolver y provee un nudo importante que podría contribuir a
solucionar el problema de la violencia de género.
Proponen estos investigadores la formación del
personal sanitario en programas de intervención con perspectiva de género que
les permita visualizar y apoyar a las víctimas y a sus familiares. También esta
intervención de concienciar al personal de salud sobre la propensión que tienen
las victimas a desarrollar enfermedades crónicas con mayor frecuencia que otras
mujeres. Se convierten entonces los centros asistenciales, los servicios de
planificación familiar, salud mental, los servicios de atención primaria y
emergencias en espacios idóneos para la prevención, detección precoz y abordaje
inicial de la mujer víctima de violencia.
En
lo tocante a la violencia de género en las universidades, Valls (2008) de la
Universidad de Barcelona, junto a un equipo multidisciplinario de científicos
sociales, realizan una memoria de investigación cuyo objetivo central reposa en
analizar la presencia de la violencia de género en varias universidades
españolas así como las normativas consideradas e implantadas dentro de las
universidades de mayor prestigio como medidas de regulación contra la violencia
de género en el ambiente universitario y la valoración de estas normas. En lo
que se refiere a la metodología que sostienen en la investigación esta es la
comunicativa crítica. Allí se acopian los aportes de la fenomenología, el
constructivismo, el interaccionismo simbólico, la dramaturgia así como la
acción comunicativa, la acción dialógica y el aprendizaje dialógico.
Dentro de las contribuciones que
separamos de este trabajo, extraemos la preocupación por las inoperantes
medidas que se toman ante las situaciones
de violencia de género que se detectan en el campus universitario. Los
testimonios señalan argumentos de los miembros de la comunidad universitaria,
donde se indica que existe un clima de
indiferencia por parte de las autoridades con relación a los episodios de
violencia de género que podrían estar aconteciendo.
Se carece de política institucional puntual que haga cumplir el marco
legal vigente, según se ha visto una de las razones que frena a las
instituciones para diseñar estas políticas radica en palabras de Valls como “la falta de
reconocimiento de la existencia de situaciones de violencia de género en la
universidad, lo que además se ve
fortalecido por el silencio y la ocultación que acompaña a estos casos” (p.71).
La carencia de este reconocimiento procura un clima de permisividad y
arbitrariedad para las personas que se sirven de este medio de poder para
aplicar algún tipo de violencia de género. Todo esto se justifica aludiendo la
organización jerárquica de la estructura
universitaria, asimismo se inculpa también a los núcleos de poder, se promueve el clima
sexista, se naturalizan las diferentes formas de violencia y se mantiene un
silencio cómplice ante estos acontecimientos.
Referencias:
Trías, M.,
Fumado, C., Taranilla, A., Trías, R., Bernal, J. y Rebollo, M. (2013). Estudio
descriptivo de la violencia de género: análisis de 404 casos. En revista Española de Medicina, v.1, n°39
[Página en línea] Disponible en: http://zl.elsevier.es/es/revista/
revista-espanola-medicina-legal-285/estudio-descriptivo-violencia-genero-analisis-404-casos-90185407-originales-breves-2013
[Consulta: 2015, Enero 6]
Valls, R.
(Coord.). (2008).Violencia de género en las universidades
españolas. España: Universidad de Barcelona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario