jueves, 23 de agosto de 2007

FRANCISCO DE MIRANDA (Una mirada con algunas precisiones a la película de Diego Rísquez)


Por: Suzuky Margarita Gomez Castillo



Luces:
Los filmes nos cuentan historias, nos muestran ciudades, nos hablan de personajes reales o imaginarios. Desde que los hermanos Louis y Auguste Lumiere proyectarón “Salida de los obreros de la fábrica Lumiére” (genero documental), el cine se hizo parte de nuestra cultura visual, episodios “posibles e imposibles, memoriosos o terrribles”, forman parte de este maravilloso arte, donde los cuadros o segmentos cargados de signos esperan ser leidos por los espectadores y cuya interpretación nos invita a interpretarnos a nosotros mismos.
El ejemplo anterior descrito, contribuye a una reflexión que descansa en ofrecer al receptor una mirada sobre el incesante y cambiante imaginario sociocultural y con ello “nuestras formas de significación”. Dentro de los interesados por la Historia y las Ciencias Sociales, existe una tendencia muy amplia en realizar estudios que nos expliquen la importancia del cine y del hecho filmico como dato de un conjunto historiografico, partiendo desde tres puntos interesantes, la teoria, la crítica y la historia[1].
En referencia a la clasificación anterior, la presente recención no pretende realizar un estudio de profundización teorica, sino mas bien una crítica con el próposito de ofrecer una mirada con algunas precisiones a la película Francisco de Miranda, obra artística del director Diego Rísquez, recordado por su versión de “Manuelita Saenz”, la cual nos remonta a un gran éxito en las taquillas de la salas de cine en Venezuela.
Camara:
En este mismo orden y dirección, Miranda como la reconoce el público es un filme que se encuentra dentro del genero drama, y nos proporciona la oportunidad de observar desde la optica de su Director Diego Rísquez y de la pluma de una gran dramaturgo Leonardo Padron, la figura de un venezolano ejemplar el Generalisimo Francisco de Miranda, destacandose en los argumentos una contradicción entre el modo de aparición del heroe en la hsitoriografia y una construcción histrionica que se sustenta en la ficción valida para el septimo arte.
Se observa claramente, que el filme logra involucrar al público desde sus distintas apreciaciones, descubrimos juntos a ciudadanos de todos sectores de la sociedad, algunos atraidos por el elenco seleccionado por la dominación mediática a través del genero dramatico cotidiano, otros buscando una respuesta ante el uso político de uno de los emancipadores mas controversiales de la gesta de la independencia de América, hasta especialistas de diferentes disciplinas acusiosos de la investigación que tratan de dar con aciertos propios de la Colombeia, y juzgan las “criminales ausencias o transformaciones historicas”, que para el juicio oportuno del reconstructor histórico representan la falsificación del hecho fáctico. Esta es Miranda la película, controversial como todo género artistico “no es perfecta ni imperfecta”, sólo es una demostración del septimo arte, integrado por el teatro, la fotografia, la música entre otros géneros.
Acción:
En los marcos de las consideraciones anteriores, Diego Rísquez parte de inscribir la vida del joven Francisco de Miranda a partir de su decisión de embarcarse rumbo a España para servirle al Ejército Real en el año 1771. Muestra el lado humano de este prócer venezolano que lo caracteriza por los constantes vaivenes entre sus grandes momentos históricos y sus múltiples historias de amor. Caracterizando al personaje como un viajero incesante, un idealista, un lector incansable, aventurero de guerras y persecuciones, protagonista de grandes honores y lúgubres cárceles, amante de las artes y la buena vida. Así era Francisco de Miranda, el único hombre que luchó en las tres revoluciones más importantes de su tiempo: la norteamericana, la francesa y la latinoamericana. El venezolano más universal de su época, que ideó la bandera de su país; escribió su primera constitución; nombrado Generalísimo y en sus últimos años conoció la traición
El director representa en su obra cinematográfica la Venezuela de 1770, la Venezuela colonial donde el fuerte economico es la comercialización con el cacao en la que el joven Miranda de apenas 20 años toma como alternativa emigrar. Venezuela era un país que le restaba oportunidades al ser hijo de un comerciante isleño y desde ese momento decide, forjar un sueño de libertad y planificar un continente unido. Cabe agregar, que el hilo conductor de la pelicula nos lleva por una sintesis de vida, hasta que Miranda logra alcanzar los 66 años y es encerrado en La Carraca, toda esta reflejada en 90 minutos, producidos en 10 semanas.
Desde lo anteriores planteamientos se deduce, y atendiendo al discurso artistico que este filme es la muestra de un gran equipo de trabajo, donde encontramos una maravillosa reconstrucción del vestuario de la epoca con sus diferentes matices según el espacio geografico donde se desarrollaban los acontecimientos, una excelente promoción de edificos historicos entre los que se destacan; El Castillo de la Guaira, La Casa Guipuzcoana, El Palacio Federal Legislativo, La Casa Amarilla, entre otras edificaciones históricas locaciones ubicadas en las ciudades de Caracas, Mérida, Coro, Puerto Cabello y Tejerías.
Hecha la observación anterior, tambien destaca el uso una de novedosa técnica de postproducción llamada Chroma, que consiste en filmar a los protagonistas o a los personajes del filme con un fondo verde que luego se reemplaza por el fondo que estéticamente requiere la historia. Otro dato curioso con relacion a las técnicas el uso de recursos literarios como el realismo magico para recrear muchos momentos importantes del personaje, y otros fuerón adoptadas del ballet como la escena de Catalina de Rusia, propia del Cascanueses.
A manera de resumen final, señalamos que esta cinta fue financiada por la empresa privada y estadal. Asimismo, para este cierre recordamos una emotiva escena donde el mismo Rísquez actua representado a Juan Lovera en 1881 pintor de la firma del Acta de Independencia, en este próposito destacan personajes relevantes y de posiciones encontradas, que forman parte del quehacer venezolano, como firmantes del Acta de la Independencia, bajo una petición especial del autor, los participantes fueron; Pedro León Zapata, Alfredo Chacón, Tulio Hernández, Tarek William Saab, Carlos Genatios, Jorge Castillo, Adbel Guerere, Julio César (III) Venegas, Luis Chataing, Bernardo Rotundo, Jaime Armas, Ricardo Sanz, Eduardo Kairez, Román Gutiérrez y Alvice Sacchi. A los cuales se les designo en la producción como “Los Notables”.
Ficha Técnica
Diego Rísquez, Director; Pedro Mezquita, Productor; Leonardo Padrón, Guión; Eduardo Marturet, Música; Liz Mago, Productora Ejecutiva; Hilda de Luca, Directora de Producción; Diego Risquez, Diseño de Producción; Fabiola Hernández, Dirección de Arte; Intensity Gornés y María Adelina Vera, Diseñadoras de Vestuario; Stefano Gramitto, Sonido; Cesary Jaworsky, Director de Fotografía.
Ficha Artística
Luis Fernández (Francisco de Miranda); Leandro Arvelo (Francisco de Miranda - Joven); Mimí Lazo (Francisca A. Rodríguez de Miranda); Jean Carlos Simancas (Don Sebastián de Miranda); Diane de Sousa (Paulina); Flavia Gleske (Susan Livingston); Ruddy Rodríguez (Lady Stanhope); Athina Kliumi (Viuda de Petión); Marlene de Andrade (Marquesa de Custine); Beatriz Valdés (Catalina de Rusia); Anabella Troconis (Sarah Andrews); Miguel Ferrari (Juan Manuel de Cajigal); Luigi Sciamana (Bernardo del Campo); Tuky Jenckel (William Smith); Luke Grande (Conde De Florida Blanca); Antonio Cuevas (Juan Germán Roscio); Aníbal Grumm (De las Casas); Armando Cabrera (John Turnbull); Armando Gota (Cardenal Púrpura); Roland Streuli (Andrés Froberg); Ralf Kinnard (William Pitt); José Gabriel Figueiras (Carlos Soublette); Jimmy Quijano (Simón Bolívar); Antonio Delli (López Méndez); Randy Piñango (Andrés Bello); John Gornés (George Washington); Luis Julio Toro (Joseph Haydn).


[1] Mangieri, Rocco. La ciudad en el filme, Mérida; Ediciones Solar, 8-24 pp.

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