domingo, 18 de diciembre de 2016

Observaciones al Estado de la Población Mundial Femenina 2016. Una mirada al Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA).

Por: Suzuky M. Gómez Castillo.

 Ser un factor de obstáculo en el crecimiento de una niña y contribuir de alguna forma a que esta no se desarrolle de forma sana y segura en los lapsos que conforman su adolescencia y por ello no logre alcanzar una vida adulta fructífera y en autonomía pudiera constituir una violación a sus derechos humanos. Sin embargo, esto no se queda allí, ya que la reacción, como en el efecto mariposa pudiera alcanzar a su comunidad y a su nación.

No obstante, cuando la situación se sostiene sobre lo contrario y la niña completa su educación y se convierte en una joven autónoma esto se manifiesta directamente en forma de beneficios sobre las personas que constituyen su entorno. Ya que esta joven contribuirá en el momento que decida formar familia con hijos sanos, y también social y económicamente podrá aportar más a su comunidad. Lo que se reflejará a su vez de manera positiva en el planeta como ambiente común.

 La nueva Agenda 2030 para el desarrollo Sostenible con sus 17 objetivos, están dirigidos a alcanzar un desarrollo en equidad e inclusión. Este proyecto se dirige a transformar el porvenir de millones de niñas que en otros planes no fueron atendidas con precisión, es por ello que estos objetivos precisan desarrollar el potencial de todas las niñas de 10 años. Estas premisas se sustentan en alcanzar un mundo sin pobreza y esto resulta imposible sino se asiste a esta población vulnerable. En este orden de ideas Osotimehin (2016) indica:
 Con el apoyo de su familia, su comunidad y su nación, y el ejercicio pleno de sus derechos, una niña de 10 años puede prosperar y contribuir a hacer realidad el futuro que todos deseamos. El estado del mundo dentro de 15 años depende de que hoy hagamos todo lo que esté a nuestro alcance para desencadenar el potencial de una niña de 10 años(p.5). 
Cuando una niña alcanza los diez años llega a un punto crucial en su vida. Ya que para que pueda llegar a la vida adulta, le corresponderá superar una transformación biopsicosocial. Comenzando por adaptarse y sobrellevar los cambios que experimentará corporalmente y mentalmente. En otros casos también estará expuesta a las perspectivas que de ellas tenga su familia y entorno, ámbitos que varían según los patrones culturales. Si bien es cierto que los niños también enfrentan riesgos al llegar la pre adolescencia en el caso de las niñas, estas tienen desafíos aún mayores, que se soportan en las diferencias de género, ya que los marcos legales y las políticas públicas, no proveen la asistencia necesaria ante las situaciones de riesgo en las cuales ellas pudieran verse y las normas socioculturales tienden agravar esta situación. Se toma del UNFPA (2016) lo siguiente:
Como resultado, millones de niñas de 10 años están abocadas a una protección insuficiente de sus derechos y su bienestar. Son demasiadas las que se convierten en jornaleras, principales responsables de las tareas del hogar, esposas u objetos de la trata sexual. Su niñez termina y se encuentran con una educación o unas oportunidades limitadas, violencia o mala salud, y ningún poder de decisión. A los 10 años, una niña se aproxima a la pubertad, momento en que muchas personas empiezan a verla como un activo para el trabajo, la procreación o las relaciones sexuales... Si sus derechos no se protegen adecuadamente —a través de leyes, servicios e inversiones oportunas —pierde para siempre la oportunidad de desarrollarse en la adolescencia y llegar a ser una persona madura. Las perspectivas pueden ser especialmente desalentadoras si vive en un país o una comunidad pobre, o en una zona rural, en lugar urbana" (p. 6). 
El desempeño de las niñas es especialmente significativo, ya que componen un grupo constantemente vulnerado en diferentes aspectos a nivel mundial, ejemplo de ello se tiene en los datos de UNFPA en los cuales se señala que las niñas completan con menos frecuencia la educación formal, especialmente el correspondiente al subsistema de educación media general. También se observa en estos datos que tienen mayores deficiencias en relación a su salud física y mental, tienen una menor participación en el mercado laboral formal, no alcanza un reconocimiento pleno de sus derechos jurídicos y son más proclives a interrumpir esta etapa por un embarazo no deseado o por el matrimonio. Producto de estas inequidades, muchas mujeres en el mundo no logran contribuir a sus familias con trabajo remunerado, ni desarrollar toda sus competencias. Son seres que aunque son sujetas a derechos humanos no alcanzan a mostrar todo el talento que pudieran tener, están envueltas en patrones de discriminación continua, y esta condición contribuye a que en algunos países se les niega el disfrute de sus derechos económicos y sociales. Es por esto entre otras razones que el Fondo Mundial de Población propone y apoya el proyecto de protección de niñas de diez años, confiando en la capacidad y responsabilidad de los Estados comprometidos y de sus instituciones para hacer del tránsito de estas niñas una travesía segura que las lleve de la adolescencia a la vida adulta de forma segura, considerando especialmente su protección en los aspectos cognitivo, emocional y de salud. Protegiendo sus derechos, esperando que estas pequeñas semillas florezcan y den frutos que se revelen en impulsar cambios positivos tanto en el ámbito local como mundial, a través de sus redes de influencia.

En concordancia a lo ya señalado, se ratifica que son muchas las trabas que impiden a las niñas desarrollarse ampliamente y exponer sus potencialidades, pero que sin lugar a dudas son las desigualdades entre los géneros un factor clave para que se mantenga esta situación. Las inequidades de género lesionan tanto a los niños como a las niñas, pero la balanza perjudicial se inclina mas en las niñas. Esto restringe el potencial de la mitad de la población para mostrar toda su capacidad. Señala el informe UNFPA (op. cit) “En la actualidad, más de la mitad de las niñas de 10 años viven en países que se pueden considerar desiguales en lo tocante al género" (p.16). Atacar estas inequidades demanda realizar un estudio en el cual se explique dónde están estas niñas, en qué situación se encuentran, cuáles son sus necesidades sentidas y retos enfrentaran en su camino de la adolescencia hasta la edad adulta. De la misma manera y relación directa con la violencia, el informe del UNFPA cita el boletín de la OMS (2013) el cual señala que 1 de cada 3 niñas es objeto de violencia en algún momento de su vida, centrándose esta experiencia en la adolescencia. Asimismo, existe la tendencia a que el agresor frecuente el entorno de la niña.

En este tenor, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, 2000) acota que sin importar al ámbito social o el contexto geográfico, el 60 por ciento de los ataques sexuales denunciados se ejecutan contra niñas menores de 15 años. Lo que lleva a considerar que estas niñas llegaran a su vida adulta experimentado violencia directa y el resto de las niñas permanecerán en situación riesgo, situación que estará presente en sus vidas e influirá en su toma de decisiones y podría restringir sus capacidades. Sobre este tema Linares Tejada (2010), indica que son muchas las consecuencias que afectaran a las niñas entre estas menciona “miedo generalizado, agresividad, culpa y vergüenza, aislamiento, ansiedad, depresión, baja estima, rechazo al propio cuerpo” (p. s/n). En la consideración de este investigador, las niñas asumirán como suya la responsabilidad ante los hechos ya descritos y esto podría contribuir a un proceso de auto censura que aminore la expresión de su potencial. Todo esto constituye un proceso de revictimización.

Con base a lo señalado, se manifiesta que la violencia es una práctica nociva con diferentes formas de expresarse, estas van desde el matrimonio infantil, la mutilación genital femenina (clitoridectomía, escisión, infibulación), pero también la violencia basada en género, el sexo forzado, el maltrato psicológico incluyendo el acoso y la intimidación. Dentro del espectro de vulnerabilidad las niñas suelen ser víctimas en los espacios más inverosímiles, cuando van recoger el agua, la leña, en el camino a la escuela o centros de abastecimiento e inclusive en el aula de clases. Cuando ocurren situaciones de violencia, las niñas no cuentan con herramientas para defenderse e iniciar el proceso de denuncia por lo general las autoridades no prestan crédito a sus informaciones, en muchos países es limitado su acceso a la justicia. Regularmente, la violencia que se ejerce sobre las niñas funciona como una técnica para ajustar sus comportamientos a determinados modelos socio-culturales. Esto se puede ilustrar de la siguiente forma: en muchos lugares del mundo coexisten niñas que han sido objeto de violencia por asistir a la escuela (ejemplo de ello Malala Yousafzai es agredida una niña que deseaba estudiar y desafió el poder de los talibanes), otras han sido agredidas por practicar algún deporte, prácticas consideradas en algunas culturas como no propias del sexo-género femenino.

En otros casos se evidencian niñas en situación de riesgo al vivir en áreas de difícil acceso, afectadas por fenómenos naturales, ser víctimas de los efectos del cambio climático o por conflictos antrópicos. Se considera su vulnerabilidad al estar en algunos casos desprovistas de su estado de derecho y de la protección que frecuentemente procura la familia y la comunidad. En lo tocante UNFPA (Ídem) declara: "En Bangladesh, las inundaciones y otros desastres naturales son factores impulsores clave de la práctica nociva del matrimonio infantil. En este país, casi una tercera parte de las niñas se casa antes de cumplir los 15 años ... De manera semejante, el desplazamiento y la destrucción de las estructuras sociales derivados del conflicto de Siria dio pie a la duplicación de las tasas de matrimonio infantil entre los refugiados sirios en Jordania"…(35-36 pp.) En estas naciones, tanto las niñas como sus familias se amparan de los cuestionamientos en razones vinculadas a la presencia de coyunturas económicas, miedo ante seguridad de las niñas, el prestigio familiar en el caso de matrimonio infantil.

Este último se piensa como un resguardo para las niñas y sus familias, ya que a través del establecimiento de este vínculo se espera tengan provisión material y resguardo emocional. Pero en muchos casos, esta situación no se cumple y las niñas comienzan a ser víctimas de violencia no sólo de sus esposos sino también de la familia de este. La cosmovisión de las niñas se reduce junto con otras oportunidades a las cuales debería tener acceso. No obstante, pensar que esto ocurre sólo en los países en subdesarrollados también resulta un craso error ya en los países industrializados también son proclives a la violencia y al hostigamiento. Del mismo modo, las niñas son expuestas al maltrato invisible, considerado por Castro y Varela (2013) como: …"maltrato psico-emocional…considerado uno de los fenómenos de violencia más frecuente y [el cual] consiste en actos y omisiones que se expresan a través de 6 categorías…a) rechazar; b) aterrorizar; c) aislar, d) explotar, corromper; e) denegar respuestas emocionales (ignorara); f) negligencia de tipo educativo, médico y de salud mental" (p.27).

En este propósito, la presencia del maltrato invisible o psico-emocional se apreciará cuando logre observarse este conjunto de eventualidades a través de incidentes extremos o que conformen modelo crónico o repetitivo de las condiciones precitadas. Con referencia a esto, el bully, ciberbully o acoso escolar representan un claro ejemplo que asocia con el incomunicación o ruptura social, la perdida de la autoconfianza, la incertidumbre, la depresión, el autoflagelo y la perdida de la cordura.

Referencias: Castro Santander, A., Varela Torres, J. (2013). Depredador escolar. Bully y ciberbully. Argentina: Editorial Bonum. Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) (2016). Estado de la población mundial. [Página en línea] Disponible en: http://venezuela.unfpa.org/sites/lac.unfpa.org/files/pub-pdf/SP_SWOP%20201 6%20report.pdf [Consulta: 2014, julio 6]

 Linares Tejada, A. (2010). Las consecuencias del abuso sexual infantil. Qué puede pasar a un niño si sufre un abuso sexual [Página en línea] Disponible en: http://www.guiainfantil.com/201/las-consecuencias-del-abuso-sexual-infantil.html [Consulta: 2016, Noviembre 5] Osotimehin, B. (2016).

Estado de la población mundial. [Página en línea] Disponible en: http://venezuela.unfpa.org/sites/lac.unfpa.org/files/pub-pdf/SP_SWOP%202016%20report.pdf [Consulta: 2014, julio 6]

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