Antes de la revisión bibliográfica sobre el tema yo había considerado que la etnografía era parte indisoluble de la investigación cualitativa (IC), no obstante autores como Domínguez Figueredo (2007), me han permitido confrontar que esto no es así, e inclusive considerar otras miradas, entre los cuales cabe mencionar la inconveniencia unir la IC en los estudio etnográficos, ya que este binomio podría entorpecer los resultados de la indagación, relegando la mirada etnográfica a un segundo plano pudiendo ser considerada sólo un método de estudio que resultaría insuficiente en el estudio y comprensión de los procesos culturales que ocurren en el ciberespacio (internet) y en nuestro caso de estudio específico Facebook.
La etnografía da prioridad al conocimiento de la cultura, considerando vital el conocer los significados, el porqué de los comportamientos, para así aproximarse a la interpretación cultural, con el propósito de entender las tradiciones en su contexto. Sobre la base de estas consideraciones, asumimos entonces que ya podemos concebir que exista una etnografía virtual, cuyos límites van más allá de las comunidades virtuales o cibercomunidades. Aunque estas sean consideradas comunidades de intereses y provengan de una construcción social. En ellas coexisten actores red, que no necesariamente pertenecen a un solo grupo, sus acciones se entienden en su contexto y obedecen a las más variadas interacciones. Sin embargo, se considera que las acciones de este actor red son influidas por el devenir personal (subjetivas).
La etnografía tiene como objeto de estudio ocuparse de lo social, lo cultural y lo antropológico, que involucra a las sociedades y con ello a sus sujetos. Mientras que la etnografía virtual se ocupa de otros puntos desde la mirada digital, no obstante este enfoque no se ocupa sólo la web 2.0. Se considera el espacio virtual como la aproximación a una realidad etnográfica.
Dentro de esos puntos que se abordan en la etnografía virtual como espacios para la investigación, se encuentran el acceso a las preguntas frecuentes (FAQ) de la comunidad virtual, a los mensajes publicados en los foros, a las entrevistas y encuestas electrónicas, o las que se realizan desde el correo.
El aplicar este método nos permite conocer el progreso y el estado contemporáneo de una comunidad dada.
La etnografía se soporta en la comprensión utilizando sus métodos de forma sistémica, no necesita un compendio de métodos cualitativos para admitir resultados que se puedan presentar a la comunidad de investigadores. Y en el caso específico de la etnografía virtual, esta se encuentra estructurada alrededor de casos concretos dentro y fuera de la red, donde consideramos que rompe con la noción tradicional de temporo-espacial con el cual se delimita un estudio geohistórico en una comunidad. Otra ruptura con la etnografía (tradicional) se observa al desestimar preguntas tales como ¿Qué es internet?, durante el inicio de un proceso de indagación, donde Hine (2004) señala que estas han sido sustituidas, para poder concentrarse en los procesos culturales, antropológicos y sociales orientándose con preguntas tales como cuando, donde y como.
¿Cómo lo abordarías de manera personal?
Lo abordaría desde el análisis textual, escogería dos sitios en Facebook (ocupados por periódicos en línea, podrían ser La Patilla y La Iguana), buscaría noticias vinculadas a la violencia contra la mujer, me ubicaría en los comentarios del espacio interactivo, y luego de ordenar mi plan de trabajo, trabajaría interpretando la relación de los dos textos y su contexto. Posteriormente como investigadora me aproximaría intentado desarrollar los significados que subyacen alrededor de estos textos.
Bibliografía:
DOMÍNGUEZ FIGAREDO, D. (2007): Sobre la intención de la etnografía virtual.Revista Electrónica de la Educación: Educación y Cultura en la Sociedad de la Información. Vol. 8, nº1, 42-63 pp.
HINE, C. (2004). Etnografía Virtual. Barcelona; Editorial UOC.
1 comentario:
Hola Suzuky, realmente es interesante además de muy pertinente el tema de la Etnografía Virtual, dada hoy día la creciente incursión de las TIC en las diferentes dimensiones de la vida cotidiana. Aunque no es un tema en el que haya comenzado a investigar seriamente de manera sistemática sé que más temprano que tarde estaré montado en eso porque cada día son más las inquietudes que me asaltan al respecto.
Una de las primeras inquietudes que me asalta en este tema, se deriva del trabajo que estoy haciendo en este momento: TIC y relaciones en la música urbana latina, que es fundamentalmente un análisis del discurso acerca de cómo las nuevas tecnologías median en las sociabilidades en este momento donde un importante campo de las interacciones está sucediendo en un plano digital del cual no queda rastro físico que nos permita hacer las investigaciones con los métodos tan consolidados a los que estamos acostumbrados. Esto me hace preguntar hasta qué punto las ciencias humanas están desarrollando formas para penetrar en esa arqueología digital. Las aplicaciones que nombras tienen una línea del tiempo ("Timeline") en la que se puede visualizar en cualquier momento la información, pero piensa dónde está quedando el registro de otras aplicaciones en ascenso como Snapchat, en las que las publicaciones "se borran" del historial a las 24 horas. ¿Se trata de una nueva manera de invisibilizar nuestros registros? ¿Cómo afecta eso el patrimonio cultural popular? ¿Cómo acceder a él a futuro? ¿Cómo investigarlo? Creo que en esto ahorita tenemos más las interrogantes que respuestas.
Saludos cordiales.
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