miércoles, 30 de noviembre de 2016

Conferencia Mundial sobre la Educación Superior - 2009: La nueva dinámica de la educación superior y la investigación para el cambio social y el desarrollo. (Aproximación e identificación de los compromisos en materia Educación Ambiental)

Profa. Suzuky Gómez

 A manera de introducción:
La presente reseña descansa en un breve análisis de contenido, sobre los compromisos que en materia ambiental asumió la UNESCO, en un documento titulado Conferencia Mundial sobre la Educación Superior - 2009: La nueva dinámica de la educación superior y la investigación para el cambio social y el desarrollo, firmado y promulgado en la ciudad de París, el 8 de julio de 2009, en calidad de compromiso ante el mundo y donde se señalan las principales preocupaciones y las acciones que deben seguirse en materia de educación superior, a partir de los resultados de las seis conferencias regionales (Cartagena de Indias, Macao, Dakar, Nueva Delhi, Bucarest y El Cairo), donde se destaca la responsabilidad de los diferentes gobiernos del mundo en esta materia, posición que se sostiene en la Declaración Universal de Derechos Humanos, “el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos” (Artículo 26, párrafo 1, p.1).

 Se puede observar en las ocho secciones o partes que integran de dicho documento que existe una gran esperanza en relación a que las investigaciones normadas que se producen en las universidades logren proporcionar aportes que reduzcan o aminoren los diferentes impactos negativos socioculturales y ambientales que se evidencian en esta nave común denominada planeta Tierra. 

En este sentido presentamos el siguiente párrafo del documento que examinamos: La experiencia del decenio pasado demuestra que la educación superior y la investigación contribuyen a erradicar la pobreza, a fomentar el desarrollo sostenible y a adelantar en la consecución de los objetivos de desarrollo acordados en el plano internacional, entre otros los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y de la Educación para Todos (EPT). Los programas mundiales de educación deberían reflejar estas realidades (p.1). Se aprecia como preocupación central la imperiosa necesidad de mejorar la calidad de vida de los seres humanos en situación de miseria, tarea que promete solucionar la educación ambiental a través del desarrollo sostenible como una alternativa perdurable ante esta situación amparándose ODM, propuestos para desarrollarse entre el periodo comprendido 2000-14 y llevarlo transdisciplinariamente a otros programas mundiales.

  La responsabilidad social de la educación superior

En esta conferencia se hace constante el recalcar que la educación superior, es un bien más que un servicio público y que los gobiernos deben velar por su calidad y excelencia. Y que estas condiciones deben conjugarse ante la complejidad que presentan los desafíos mundiales y asumiendo como obligación el diseñar soluciones ante los “retos mundiales, entre los que figuran la seguridad alimentaria, el cambio climático, la gestión del agua, el diálogo intercultural, las energías renovables y la salud pública (p.2)”, situaciones todas que deben abordarse desde el paradigma ambiental buscando el bien común y la seguridad pública.

 Asimismo, el documento indica que las universidades e institutos universitarios, desde sus tres pilares básicos la docencia, la investigación y la extensión aunado a la autonomía que han venido ganando deben impulsar y promover sus líneas de acción hacia el fomento de un “pensamiento crítico y [una] ciudadanía activa, contribuyendo así al desarrollo sostenible, la paz y el bienestar, así como a hacer realidad los derechos humanos, entre ellos la igualdad entre los sexos”. Todo esto redunda en asumir una educación ambiental para la sostenibilidad que forme ciudadanos en y para la democracia, con una conciencia de respeto al ambiente como sistema seguro, sano y ecológicamente equilibrado “dotados de principios éticos, comprometidos con la construcción de la paz [y] la defensa de los derechos humanos” (p.2). 

  Acceso, equidad y calidad 

 Desde hace algunos años se han realizado significativas acciones con el fin de mejorar la calidad de vida de los ocupantes de los diferentes espacios que componen el plantea, no obstante aún queda mucho por hacer, si bien muchos países afiliados a la UNESCO han realizado esfuerzos por abrir más espacios que conlleven a la inclusión social escolar, en otros es extremadamente marcada la desigualdad al punto que muchas féminas son rechazadas en los centros escolares y esto contribuye a que sus posibilidades de acceder a nuevos empleos con sueldos más justos disminuyan drásticamente. El escrito acota “En los últimos diez años se han realizado ingentes esfuerzos a fin de mejorar… Este empeño debe continuar. Pero el acceso, por sí solo, no es suficiente…Hay que llevar a cabo esfuerzos para lograr que los educandos obtengan buenos resultados” (p.3). Una preocupación recurrente entre los redactores es la necesidad de subsanar las disparidades presentes y constituyen una fuente de desigualdad e insisten en que “los gobiernos y las instituciones deben fomentar el acceso, la participación y el éxito de las mujeres en todos los niveles de la enseñanza” (ídem). 

 Se promueve una justicia social, equidad pero sobre todo un seguimiento a las políticas públicas y las cuales deben garantizar el éxito de esta “inclusión”, todo esto enmarcado en que las mujeres logren prepararse para participar adecuadamente en la toma de decisiones dentro de su entorno, mejoren sus ingreso y se garantice la disminución de la pobreza y de las condiciones marginales que pudieren afectarles. Internacionalización, regionalización y mundialización Sin duda alguna, la nuevas iniciativas en materia de educación superior apuntan a la necesidad de transformar esta realidad desde el ámbito de la educación. Esta propuesta exige una acción conjunta entre los gobiernos, los organismos internacionales y el compromiso de los actores universitarios, cuyos esfuerzos logren “garantizar la calidad y sostenibilidad de los sistemas de educación superior en el mundo entero” especialmente en aquellas naciones deprimidas por la pobreza extrema tal es el caso de “África subsahariana, los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (SIDS) y otros Países Menos Adelantados (PMA)” (p.5). Esto basado en la cooperación mundial Sur-Sur y Norte-Sur-Sur. 

  La educación superior en África 

 En esta conferencia se le dio una atención especial a “los problemas y las oportunidades que plantea la revitalización de la enseñanza superior en África, que constituye una importante herramienta de desarrollo en ese continente” (p.6). Para considerar esta situación se tomó como herramienta central la conferencia preparatoria de Dakar (2008), los asistentes señalaron la necesidad de enfrentar lo referente “a la desigualdad de raza y género, la libertad de enseñanza, el éxodo de competencias y la escasa preparación de los graduados cuando acceden al mercado laboral”. Esta propuesta podría ayudar aminorar “el subdesarrollo y la pobreza en África”. 

Se cree que un adecuado currículo puede ayudar a formar ciudadanos con una clara conciencia de diversificación de su economías y que contribuya a proponer estrategias alternativas sobre todo lo relacionado con “la agricultura, la extracción de recursos naturales, el medio ambiente, los sistemas de conocimiento indígenas y la energía” (p.7). Es decir, se considera el siguiente silogismo si la enseñanza superior aporta más a estas situaciones, se podría lograr respuestas favorables de competitividad al resto de las economías de la región. “Los participantes apreciaron la prioridad que la UNESCO otorgó al África en esta conferencia” (ibíd.). Llamado a la acción: los estados miembros A manera de cierre se acota lo siguiente desde la visión y acción de la educación ambiental:

 • En la conferencia se intenta promover y mejorar el acceso, la intervención y los buenos productos académicos de las mujeres en la enseñanza superior, para así garantizar su empoderamiento social. • Se busca responder a una deuda social, la cual indica que se debe promover la igualdad de acceso a la educación superior a los integrantes de grupos escasamente representados, tales como los obreros, los pobres, las minorías, las personas con discapacidad, los migrantes, los refugiados y otros grupos de población vulnerables, con el fin de mejorar su calidad de vida. 

• Se debe vigilar la autonomía de los Países Menos Adelantados y de los Pequeños Estados Insulares para así incentivar una educación ambiental para la sustentabilidad con la intensión de que puedan aprovechar las oportunidades que ofrece la mundialización, y fomentar la colaboración entre ellos perdurable entre ellos. 

  Referencia:

UNESCO (2009). Conferencia Mundial sobre la Educación Superior - 2009: La nueva dinámica de la educación superior y la investigación para el cambio social y el desarrollo. [Documento en línea] Disponible: unesdoc.unesco.org/images/0018/001832/183277s.pdf [Consulta: 2012, abril 16]

domingo, 13 de noviembre de 2016